Harry Burleigh: imprescindibles

El cantante y compositor Henry “Harry” Burleigh es una de las figuras musicales más influyentes de Estados Unidos en las décadas en torno al cambio del siglo XX. Se le recuerda principalmente como el estudiante negro de música que inspiró a Dvořák cuando el gran compositor checo dirigía el Conservatorio Nacional de Música de Nueva York. Para llegar a fin de mes durante sus estudios, Burleigh trabajaba como conserje. Un día, mientras realizaba sus tareas, el compositor checo lo escuchó entonar cánticos espirituales en el pasillo. Invitado por Dvořák, Burleigh interpretó varios de estos cantos en su despacho, demostrándole así que podían ser un elemento fundamental para crear un estilo musical genuinamente estadounidense. A partir de aquel encuentro, la carrera de Burleigh despegó. Mientras Dvořák, inspirado por aquellos cánticos, componía su Sinfonía n.º 9 (subtitulada “Del Nuevo Mundo”) y el Cuarteto de cuerda n.º 12 (conocido como “Cuarteto Americano”), Burleigh se dedicó a recopilar numerosos cánticos espirituales, transcribiendo letra y música que posteriormente arreglaría y publicaría. Gracias a esta labor, piezas como “Deep River” alcanzaron reconocimiento mundial con su publicación de 1916 Jubilee Songs of the USA. Para entonces, Burleigh ya trabajaba como editor musical en la prestigiosa editorial G. Ricordi y había cofundado la Asociación Estadounidense de Compositores, Autores y Editores (ASCAP) en 1914. Como cantante, formó a una nueva generación de destacados intérpretes negros, entre ellos Marian Anderson y Paul Robeson. Burleigh dio a conocer muchos de los cánticos espirituales más apreciados en la actualidad, como “Steal away”, “Sometimes I Feel Like a Motherless Child”, “My Lord, what a Mornin’” (interpretado en nuestra playlist por la gran Jessye Norman) y “Go Down Moses” (en la voz del propio Burleigh en esta selección). También se consagró como un respetado compositor de obras originales, creando varios temas como “The Grey Wolf” y su conmovedora adaptación del poema de Walt Whitman “Ethiopia Saluting the Colors” de 1915.