Vivaldi: Quatre saisons, L'été - Single

Julien Chauvin reflexionó mucho antes de emprender la grabación de Las cuatro estaciones. El violinista francés, fundador de la orquesta Le Concert de la Loge, sabía bien que la obra de Vivaldi se ha recreado cientos de veces. No obstante, consideró que aún había lugar para una versión más: esta vez, cada parte la interpreta un solo músico. Su versión en vivo, realizada en colaboración con seis colegas de su grupo, demuestra que todavía hay cosas nuevas que decir sobre la imperecedera partitura de Vivaldi. Si bien el conjunto que toca instrumentos de época se resistió a la tentación de recurrir a gestos extremos, su interpretación del “Verano”, el primero de los cuatro EP que publicará entre 2023 y 2024, no carece de dramatismo. Su entrega contempla una introducción de aire somnoliento, antes de que el cucú de los primeros violines le imprima emoción al “Allegro” inicial. El concierto, señala Chauvin, requiere que todo el ensamble evoque los sonidos del mundo natural. “Ese es un reto en la actualidad”, explica a Apple Music. “Lo que suena a nuestro alrededor hoy en día nos aleja de la naturaleza. Escuchamos ruidos de ciudad y casi nada de la naturaleza”. La orquesta Le Concert de la Loge viajó a Venecia antes de la grabación de “Verano” y allí encontró un refugio en una de sus islas. “La magia de Venecia es que no tiene autos y eso te deja escuchar a la naturaleza: el mar golpeando las rocas, el viento entre los árboles, todo está ahí. Y eso por supuesto te inspira. A cada quien le toca hacerlo suyo. Ese es el desafío. Yo no soy un granjero, así que no sé lo que significa perder mi cosecha ante una tormenta, como le sucede al personaje del último movimiento del ‘Verano’. Sin embargo, tengo que apropiarme de ese sentimiento. Es como actuar”. Chauvin y su grupo planeaban grabar Las cuatro estaciones en Venecia, donde vivió Vivaldi, pero el escenario que eligieron les canceló repentinamente. Así que encontraron una pequeña rebanada de Italia en París, su ciudad de residencia, en la Rue de Varenne, cortesía de la embajada italiana, convirtiéndose en el primer ensamble que ha grabado en su espléndido Teatro Siciliano. Chauvin obtuvo un permiso especial por parte del Palacio de Versalles para utilizar uno de sus tesoros: el violín construido por el napolitano Nicolò Gagliano que perteneció a la princesa Adélaïde, hija de Luis XV. “Soy la última persona que lo tocó, y eso ocurrió en 2012”, evoca el francés. “Recibí el instrumento dos días antes de la grabación y dudaba si estaba preparado. Lo que se escucha brota de ese maravilloso violín… y de mi espontaneidad”.