Sinfonía n.º 4 en mi menor

Escrita durante 1884 y 1885, la Cuarta sinfonía fue la última obra de este tipo que Brahms completó y cuyo estreno dirigió en 1885. El “Allegro non troppo” comienza con una melodía calmada y ondulante, cuya continuación contrasta con el segundo tema, más ligero e incluso caprichoso. El desarrollo de la segunda sección provoca emociones más especulativas, de modo que la repetición emerge de una inmovilidad virtual, con la segunda melodía inmersa en una coda apasionada y fatalista. El “Andante moderato” inicia con un tema al unísono de maderas y metales, elaborado de forma más contemplativa por clarinetes sobre cuerdas en pizzicato. Una animada transición lleva a una reluciente melodía de cuerdas divididas, ambas elaboradas e intensificadas antes de la resignada coda. De manera inusual para un scherzo, el “Allegro giocoso” está en forma de sonata y su animado tema principal contrasta con una sutil idea en el bullicioso desarrollo, que luego aparece brevemente en una coda combativa. Lo más llamativo es el “Allegro energico”, un pasacalle cuya melodía, adaptada del coro final de la cantata número 150 de Bach, sustenta 30 variaciones que esbozan una sonata de gran diversidad. Una coda sombría y desafiante pone broche de oro a una obra que marca el final de una época.