El pianista y compositor Jean-Michel Blais empezó la etapa más formal de sus estudios musicales en el conservatorio de Trois-Rivières, en Quebec. Pero el ambiente académico terminó pareciéndole demasiado restrictivo, así que dedicó una larga temporada a viajar por el mundo como trabajador social y educador. Sin embargo, su deseo de tocar seguía intacto, así que se instaló en Montreal y pasó dos años escribiendo II, un debut de piezas de piano improvisadas que la revista Time consideró uno de los mejores álbumes de 2016.
El tercer álbum a su nombre, aubades (“serenatas del amanecer” en una traducción aproximada), surge de circunstancias completamente diferentes. “Estaba confinado y en mitad de un divorcio, solo en casa después de dos años y media de gira”, recuerda Blais, que empezó a salir a correr a primera hora de la mañana y aprendió ruso y orquestación. El resultado del proceso fue, en sus palabras, “una colección de ensayos”. “Lo que emerge de todas estas composiciones”, explica, “son sobre todo las nociones de luz, primavera y fuerza. Es una forma de terapia que me escribí a mí mismo en lugar de sucumbir a la soledad”. Aquí nos lleva por sus nuevas piezas, una a una.
murmures
“Es una pieza antigua, muy minimalista, que suena un poco a Philip Glass. Evoca un despertar, el comienzo del día, pero también una especie de cambio. Es la mañana, pero otra mañana. Cada instrumento entra y saluda a medida que la música va creciendo. Pusimos un micrófono frente a cada músico para capturar los sonidos que hacía al tocar, su respiración y todo eso. Porque hay un ser un humano detrás de cada instrumento. La flauta no es una simple flauta, ¡es Myriam! ‘murmures’ es mi manera de presentar a cada una de las personas que forman el grupo”.
passepied
“Obviamente, viene del ‘Passepied’ de Debussy. Me encanta cómo rescató la antigua tradición barroca. Es parecido a lo que hacemos con la música neoclásica, que es tomar conceptos anteriores y reimaginarlos en un estilo más moderno. Me parecía atrevido empezar con una pieza sin piano, porque la gente va a preguntarse dónde está Jean-Michel. Lo que ocurre es que Jean-Michel ahora no es solo un músico que improvisa al piano, sino un compositor que también escribe para otros instrumentos”.
nina
“Estaba con unos amigos en una casa de campo en la que había una niña pequeña que se llamaba Nina. No podía tocar el piano muy alto y por eso se me ocurrió la idea de escribir algo delicado. En este caso, la serenata del amanecer no es solo una composición para escuchar cuando sale el sol, sino música que celebra la mañana de la vida. Como el resto, el título está escrito en minúsculas porque pienso que todos estamos en el mismo plano. Aquí, por ejemplo, el oboe es tan importante como el contrabajo. Me parece que eso suaviza la música y la aleja de cualquier tipo de rigidez”.
flâneur
“Es una especie de guiño a Chilly Gonzales y tiene un sonido pop y hasta un poco jazzístico, que es algo que no suelo hacer. A diferencia de ‘passepied’, que seguramente sea la pieza más clásica, esta es casual y relajada, casi sensual. Es el flâneur tal y como lo hubiera retratado Baudelaire, vagando por las calles de la ciudad durante la pandemia y descubriendo cosas asombrosas”.
ouessant
“Durante mi última gira tuve la oportunidad de hacer una residencia con Yann Tiersen, que vive en Ushant, la isla más occidental de Francia. Me impresionó la belleza del paisaje, los acantilados rocosos, las olas enormes, el poder de la naturaleza, o más bien la indefensión del ser humano. Hay algunas referencias a la música de la serie The Office, que es lo que estaba viendo entonces. Mi imaginación vuela por Ushant, mi corazón está en los Andes y mis raíces nacen de la música tradicional de Quebec que llevo en las venas”.
if you build it, they will come
“Aquí hay una doble referencia. Primero, a la película Campo de sueños, con Kevin Costner, y después a lo que se supone que Dios le dijo a Noé cuando se preguntaba cómo iba a meter a todos los animales en el arca: ‘Si la construyes, vendrán’. Para mí, significa que no debemos esperar, que debemos ponernos manos a la obra y construir nuestra arca, en este caso el álbum. Escribí las piezas para atraer a los músicos y crear un todo. Esa es la filosofía del proyecto”.
amour
“Es un vals, el baile con el que empiezan las fiestas y las bodas. Al principio, el piano baila con las cuerdas, después se unen las maderas y todos juntos dan la bienvenida a los metales. Hay un deseo continuo de atraer a los demás al baile y me parece que no hay mayor señal de amor que la recepción y la integración”.
yanni
“Cuando era pequeño, en mi casa había un CD de Yanni con el que descubrí la música orquestal. A menudo compone en 7/8, que es el tempo que uso aquí en su honor. Es monumental y un poco kitsch, como las pirámides egipcias, pero también vulnerable”.
absinthe
“Las serenatas del amanecer no siempre están asociadas con el comienzo del día, sino que también pueden evocar el final de una jornada muy larga, cuando la noche se estira hasta la salida del sol. Aquí hay un poco de Felix Mendelssohn, pero también de Joe Hisaishi y hasta de Chopin, y suena cadenciosa, como Barbara. Es una mezcla que no se puede explicar”.
carrousel
“Aquí pensaba en Satie, que fue el precursor del tipo de música neoclásica que la gente escucha hoy. ‘absinthe’, por ejemplo, tiene una atmósfera que nos lleva al París de principios del siglo XX. En la primera pieza del álbum están todos los músicos, pero a medida que avanza se van yendo uno detrás del otro. Y solo quedan el piano y las cuerdas, que dialogan sobre una melodía que culmina con un enorme abrazo en si mayor. Expresa ingenuidad, sencillez y belleza al mismo tiempo”.
doux
“‘doux’ marcó la primera ruptura, la que más se parece al antiguo Jean-Michel, melancólico y solo con su piano. Hay maderas, pero suenan muy etéreas. Lo que la pieza evoca realmente es la ruptura que puso todo en movimiento. Te dices que toda la mascarada de felicidad y primavera está muy bien, pero de vez en cuando te brotan lágrimas de los ojos y te das cuenta de que quizás haya una pequeña herida bajo la superficie. Una tristeza general que, aun así, contemplas con optimismo y el deseo de transformarla en algo positivo”.