Este es el tercer y último álbum en el que la pianista canadiense Angela Hewitt explora las sonatas para piano de Mozart, y marca su quincuagésimo lanzamiento en el sello Hyperion. La aguda sensibilidad de Hewitt hacia el drama que estas sonatas suelen contener se hace evidente en su cautivadora interpretación del final de la Sonata para piano n.º 14 en do menor, donde el mundo de Beethoven parece estar a solo un paso.
Igual de hábil se muestra destilando la sensación de suave melancolía que impregna el Adagio en si menor (K540). Pero también hay ligereza y jovialidad en la interpretación de Hewitt, especialmente en su delicado y perspicaz recorrido por las Doce variaciones sobre “Ah, vous dirai-je Maman”, y en el “Rondo” bailarín de la Sonata para piano n.º 16 en do mayor.
La calidad cristalina del piano Fazioli que utiliza Hewitt se sitúa entre un fortepiano de la época de Mozart y un Steinway de concierto moderno, otorgando una transparencia adicional a estas interpretaciones ya de por sí luminiscentes.