Nabucco

Aunque hoy en día la música de Boccherini es bastante desconocida, en vida se lo consideraba uno de los pocos compositores a la altura de Haydn y Mozart. Maestro de la melodía y protegido del infante español Don Luis, poseía el raro talento de extraer la máxima brillantez con una técnica mínima. Su destreza en la instrumentación, su insaciable vitalidad y su enorme encanto son la personificación misma del estilo galante del siglo XVIII. Sin embargo, a pesar de ser muy prolífico, el dotado violonchelista parece destinado a ser recordado principalmente por una sola pieza de los más de cien quintetos de cuerda que compuso, el encantador y famosísimo “Minuetto” de su Quinteto de cuerda, Op. 11, n.º 5 (1775). Compuesto para dos violines, viola y dos violonchelos, este quinteto de cuatro movimientos consta de un “Amoroso” radiante y afectuoso, un vivaz “Allegro e con spirito” el célebre “Minuetto”, con sus ritmos pegadizos y suavemente sincopados, y un encantador “Rondeau, andante” final.