- SELECCIÓN EDITORIAL
- 2018 · 3 pistas · 12 min
Concierto para violín n.º 1 en la menor
BWV1041
La sofisticada textura musical y la innovación armónica de los dos vivaces movimientos que abren y cierran el Concierto para violín en la menor, BWV 1041 de Bach demuestran su capacidad para superar el modelo imperante en su época y certifican que la solemnidad no está reñida con la efervescencia vivaldiana. Aunque probablemente lo escribiese durante su estancia al servicio del príncipe Leopoldo de Anhalt-Köthen (1717-23), etapa en que la música orquestal y de cámara ocupaba un lugar prioritario en su agenda, también cabe la posibilidad de que el concierto fuese posterior al nombramiento de Bach en 1729 como director de las animadas sesiones nocturnas de los viernes del Collegium Musicum de Leipzig. El conjunto de partituras que se conserva fue recopilado hacia 1730, pero el concierto siguió circulando mucho después de la muerte de Bach. Mendelssohn, por ejemplo, le pidió a su hermana Fanny que consiguiera en Berlín una copia para preparar una serie de representaciones con la Gewandhaus en Leipzig. El sólido movimiento inicial, con su sigiloso ritmo y sus motivos saltarines, da rienda suelta a los vibrantes guiños de complicidad entre solista y orquesta, intercalados con episodios de carácter más íntimo. El final, similar a una giga, es aún más extrovertido y aumenta el virtuosismo solista hasta culminar en una chispeante y rápida alternancia entre posiciones abiertas y paradas de las cuerdas. Entre medias, el “Andante” en do mayor reclama seriedad con una repetitiva línea de bajo sobre la cual se eleva una línea solista impregnada de conmovedora delicadeza.