Sinfonía n.º 4 en mi menor

Op. 98

Escrita entre 1884 y 1885, la cuarta fue la última sinfonía compuesta por Brahms, que dirigió su estreno en Meiningen el 25 de octubre de 1885. El “Allegro non troppo” comienza con una melodía sencilla y ondulante, cuya enérgica continuación contrasta con el segundo tema, más ligero y extravagante. La sección central se desarrolla en torno a las evanescentes emociones de las variaciones del primer tema, de tal modo que el reprise emerge del inmovilismo y desemboca en una coda apasionada y fatalista. El “Andante moderato” se inicia con un tema de maderas y metales al unísono, elaborado de forma más pausada por clarinetes sobre cuerdas en pizzicato. Una animada transición trae un segundo tema de bruñida elocuencia sobre cuerdas divididas, con ambos temas desarrollados e intensificados antes de la coda. Muy poco habitual para un scherzo, el “Allegro giocoso” tiene forma de sonata cuyo animado tema principal contrasta con una idea más melancólica que apenas tiene cabida en el bullicioso desarrollo o en la combativa coda. Lo más llamativo es el “Allegro energico e passionato”, un pasacalle basado en el coro final de la Cantata BWV 150 de Bach con 30 variaciones que esbozan en su conjunto un diseño de sonata de gran complejidad. Una solemne coda pone el broche de oro a una obra que marca de forma innegable el final de una época.

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