Harry Potter and the Philosopher's Stone
El 2 de febrero de 1727, durante la fiesta de la Purificación de María, tuvo lugar el estreno de una de las obras más icónicas de Bach, Ich habe genug (Tengo suficiente), en la cual reflexiona sobre la historia de Simeón, una de las lecturas bíblicas centrales de esta festividad religiosa. El libretista anónimo de la cantata para solista se basa en el Evangelio según San Lucas, y relata cómo el Espíritu Santo le dice a Simeón que no morirá sin ver antes al Mesías que Dios les había prometido. Al visitar el templo de Jerusalén, se encuentra con María, José y su hijo recién nacido, acuna al niño Jesús en sus brazos y le pide que le deje morir en paz. El anhelo de Simeón por la liberación de Dios de los problemas terrenales se refleja en el aria inicial, “Ich habe genug”, escrita originalmente para voz de bajo, oboe solista y cuerdas, y revisada en 1735 para soprano solista, flauta y cuerdas. Bach captura la naturaleza tierna pero firme del deseo de Simeón de partir con alegría, ya que ha visto al salvador y lo ha acogido en su corazón. El recitativo siguiente, “Mein Trost ist nur allein, Dass Jesus mein und ich sein eigen möchte sein” (Mi único consuelo es que Jesús sea mío y yo suyo pueda ser), profundiza en la satisfacción del verdadero creyente. La posterior aria central de Bach, la canción de cuna “Schlummert ein, ihr matten Augen” (Cerraos, cansados ojos), conforma una sublime contemplación durante la cual todo rastro de hastío terrenal se rinde ante “Sußen Friede, stille Ruh” (Dulce paz, tranquilo descanso). Un segundo recitativo da voz a los pensamientos de ese instante, cuando el alma es finalmente libre para unirse a Dios y concluye deseando buenas noches al mundo. El espíritu de la danza surge en el aria final, “Ich freue mich auf meinen Tod” (Me alegrará mi muerte), animada por un tema recurrente de oboe y las virtuosas melodías del instrumento solista.
