Tras once años juntos, Vasily Petrenko y su orquesta de Liverpool han desarrollado una química fabulosa que brilla especialmente en el repertorio ruso. Aquí nos traen una versión exuberante y plena de detalles de la famosa partitura de ballet de Stravinsky, un viaje fascinante por las emociones que conjura la primavera. Director y orquesta logran exactamente lo que exige la obra: un sonido absolutamente fresco y original hasta la sorpresa. Las dos obras que completan el álbum son también de inspiración primaveral: la cantata de Rachmaninoff, en la que la primavera aparece como una fuerza curativa, y la suite de dos movimientos de Debussy en el fabuloso arreglo orquestal de Henri Büsser.