La combinación de oboe, fagot y piano produce un sonido maravilloso, especialmente cuando el conjunto cuenta con uno de los oboístas más brillantes del mundo. El francés Maurice Bourgue, cerca ya de los ochenta años, sigue mostrando un control y un estilo fabulosos, y es capaz de articular las más exquisitas líneas melódicas. Sus dos acompañantes, Sergio Azzolini (fagot) y Kimiko Imani (piano), se compenetran a la perfección y es evidente que disfrutan de la ocasión. Haydn suena con su característica magia, mientras que la música de los hijos de J.S. Bach brilla en este formato de trío y despliega todo su encanto y elegancia.