El conjunto francés Nevermind (flauta, violín, viola da gamba y clavecín) rinde homenaje al segundo hijo de Johann Sebastian Bach con un genial trío de cuartetos y un par de movimientos de sonata. Emanuel escribió los cuartetos en el punto álgido de su carrera, y la imaginación y el ingenio que demuestran son dignos de su ilustre apellido. A caballo entre el Barroco y los albores del Romanticismo (Beethoven tenía 18 años cuando murió Emanuel), esta es música de vitalidad desbordante. La fabulosa flauta de Anna Besson (basada en un original de Carlo Palanca) corona un conjunto construido a partir del lirismo del clavecinista Jean Rondeau.