“Estas son algunas de las piezas que comencé a tocar en el piano a los tres o cuatro años”, recuerda la surcoreana Yeol Eum Son sobre las sonatas de Mozart, que ahora presenta en este exquisito álbum. Una interpretación hecha con intensidad y pasión, distante de la delicadeza que ofrecen otras versiones. “Las sonatas de Mozart recuerdan a sus óperas, con sus escenas, tramas y personalidades”, explica. “Son muy dramáticas, y realmente quería recrear eso”. Estas 18 piezas abarcan más de seis horas de música y representan un complejo desafío. “La principal dificultad reside en hacer que todas las notas se escuchen todo el tiempo”, agrega Son, que para la ocasión eligió un Steinway de cola, instrumento con el que, conjetura, Mozart hubiera soñado tocarlas.