Las composiciones de Margaret Brouwer están marcadas por sus imágenes y emociones poderosas. A lo largo de toda su carrera, la estadounidense ha sido capaz de construir un mundo propio en donde tienen lugar, entre otros conceptos, el amor, el racismo y la naturaleza. Cada una de las obras incluidas en este disco, en el que Marin Alsop conduce a la Orquesta Sinfónica de la Radio de Viena, tienen su personalidad propia. En “Rhapsody, Concerto for Orchestra”, por ejemplo, se descubre una melodía deslumbrante y virtuosa al mismo tiempo, mientras que en “Pluto”, escrita durante un periodo de pérdida, aparece lo destructivo, pero también una salida luminosa y restauradora. La compositora, también fundadora del Blue Streak Ensemble en 2011, ha recibido innumerables reconocimientos, como el premio de música de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras, una beca Guggenheim y un premio Cleveland, entre otros. Brouwer es, sin duda, una de las compositoras más innovadoras de la música clásica contemporánea.