Arvo Pärt: Credo

¿Qué es la verdad? La pregunta, planteada retóricamente por Poncio Pilato a Jesús, fue una fuente de preocupación para Arvo Pärt mucho antes de su conversión al cristianismo ortodoxo a principios de la década de 1970. La profunda fe en Dios del compositor estonio ha influido en las respuestas reflejadas en sus composiciones maduras. Paavo Järvi, quien conoce a Pärt desde la infancia, ofrece un homenaje por su cumpleaños 90 que resume cómo esa búsqueda de la comprensión espiritual se ha manifestado en la música del compositor. Su elección de piezas incluye Credo, una obra de poder y fe abrasadores condenada por los funcionarios soviéticos tras su estreno en 1968. Si bien es más compleja que las composiciones de estilo “tintinnabuli” posteriores de Pärt, su mensaje central es simple: amar a los enemigos. La Orquesta del Festival de Estonia de Järvi y un excelente coro mixto capturan los estremecedores contrastes de quietud y caos de Credo. La lista de canciones contiene interpretaciones impecables de Fratres y Cantus in Memoriam Benjamin Britten, clásicos atemporales de Pärt, y la cautivadora Silhouette, una evocación imponente de la estructura transparente de la Torre Eiffel. Lo más conmovedor es la transición desde la sublime conclusión de Credo, con sus monumentales acordes y ecos persistentes del Preludio en Do mayor de J.S. Bach, hasta la inquietante inocencia de Estonian Lullaby.