Cercano al círculo eclesiástico romano de mediados del siglo XVI, el organista y compositor Giovanni Pierluigi da Palestrina reinó en la culminación del sonido polifónico a través de motetes, ofertorios, madrigales y otras formas musicales que visten la misa católica. El extenso trabajo de Palestrina le brindó a la iglesia un repertorio vasto de modulaciones constantes apegadas al estilo estricto del género religioso. Entre su amplia obra, destaca la “Missa Papae Marcelli”, una misa envuelta en controversia que resalta la más pura y dócil forma del canto coral renacentista.