- SELECCIÓN EDITORIAL
- 2018 · 4 piezas · 38 min
Cuarteto de cuerdas n.º 12 en mi bemol mayor
Con este cuarteto, luego de una larga pausa de más de 10 años, Beethoven cambió de rumbo como compositor. Aunque sus cuatro secciones podrían parecer convencionales por los rápidos movimientos exteriores abrazando un segundo movimiento lento y un tercer movimiento scherzo, lo que contienen es nuevo y radical: un tipo de escritura profundamente elemental que define a los llamados cuartetos tardíos de Beethoven, de los cuales este comienza la secuencia. Escrita en 1825, cuando el compositor estaba completamente sordo y aislado en el mundo sonoro de su propia mente, esta pieza presenta cambios repentinos de estado de ánimo, compás y ritmo, lo cual impactaba a las primeras audiencias como algo extraño e incomprensible. Lo mismo ocurría con la forma en que Beethoven juega con el puntaje, contrastando bloques de sonido que no siempre resultaban fáciles de escuchar. Sin embargo, la belleza fascinante del largo y lento segundo movimiento (un tema y variaciones), la emoción del “Scherzando vivace” y la mágica transición del finale desde un falso final hacia una exquisita coda son elementos que elevan esta música de la mera excentricidad a la genialidad.