Trombón

Acerca del trombón

Para Beethoven, el trombón era la voz de Dios, seguramente por su registro, muy cercano al de la voz humana, pero también por su belleza y su flexibilidad. Hay algo en su propia estructura que lo hace realmente especial: su vara. Mientras que la trompeta, la trompa y la tuba están limitadas a las notas que proporciona la longitud fija de sus tuberías, la vara del trombón permite variarla y brinda así mucho mayor control del tono a sus intérpretes. Esta particularidad hace del trombón uno de los instrumentos más expresivos de la orquesta. El trombón moderno tiene su origen en el sacabuche, que se escuchaba habitualmente en la música sacra y cortesana del Renacimiento. Durante el periodo barroco, Bach y Handel escribieron para el instrumento, que no fue reemplazado por el trombón moderno hasta que Beethoven lo introdujo en su quinta sinfonía hacia el final del clasicismo. Su sonido es extraordinariamente versátil, del grito a pleno pulmón en la “Cabalgata de las valquirias” wagneriana a la grandeza introvertida de la música orquestal de Elgar y la textura casi coral que las secciones de trombones adquieren en las sinfonías de Mahler.