Anne-Sophie Mutter rinde un homenaje de inagotable variedad al compositor y director Krzysztof Penderecki, viejo amigo de la violinista. El Segundo concierto para violín (Duo concertante) de 1995, que ocupa un lugar central entre sus obras de menor escala, domina el programa con su fuerza musical y un evocador tono de lamento. El violín de Mutter suena en todo su esplendor y la Sinfónica de Londres, a las órdenes del propio Penderecki, responde con una vibrante intensidad. La Segunda sonata para violín (Sonata No. 2 per violino e pianoforte) (2000), interpretada por sus creadores, también es sobresaliente, con Mutter y Lambert Orkis en perfecta sincronía. Las dos obras para violín solo y violín con contrabajo suenan elocuentes y afectuosas.