Glassworks
Glassworks es el punto de partida para quien se acerca a la música de Philip Glass por primera vez. Fácil de asimilar y accesible, esta obra fue escrita en 1982 con ese mismo propósito. En ese momento de su carrera, Glass había alcanzado el reconocimiento debido, en gran parte, a óperas como Einstein on the Beach y Satyagraha. Queriendo atraer a más oyentes casuales, aceptó un encargo de CBS Records para componer un conjunto de piezas de cámara relativamente sencillas y diseñadas específicamente para el estudio de grabación (y, en última instancia, para el floreciente mercado de reproductores portátiles Walkman). Este álbum fue el resultado. En dicho material utiliza un pequeño grupo de instrumentos (maderas y teclados, viola y violonchelo) en diferentes combinaciones a lo largo de seis movimientos, cada uno de no más de siete minutos de duración. El primero, “Opening”, un solo de piano cuyo cierre incluye una trompa, resume el estilo minimalista de Glass de los 70 y 80 a través de acordes oscilantes repetidos, un pulso lento e insistente y patrones rítmicos cambiantes que generan un estado de trance equivalente a la inmovilidad. Los otros cinco movimientos, “Floe”, “Islands”, “Rubric”, “Facades” y “Closing”, hacen más o menos lo mismo, desafiando la idea tradicional de la música occidental cuya estructura es principio, nudo y desenlace.