Concierto de Aranjuez

La asociación de Joaquín Rodrigo con la guitarra es tan fuerte que sorprende que no la hubiera tocado ni escrito para ella antes del Concierto de Aranjuez. Inspirada en los jardines que rodean el palacio real homónimo, fue compuesta en 1939 y estrenada por Regino Sainz De La Maza en Barcelona el 9 de noviembre del año siguiente. Sus tres movimientos son de proporciones lúcidas y clásicas. La apertura allegro con espíritu está precedida por una figuración flamenca antes de un primer tema de viento y cuerdas, con el segundo tema anunciado por la guitarra y repleto de intrigantes aportaciones instrumentales. El adagio comienza con la guitarra acompañando una melodía conmovedora de corno inglés. Una larga cadencia se construye gradualmente en un crescendo hasta una ostentosa reafirmación de la melodía junto a toda la orquesta, después de lo cual su solista efectúa un cierre nítido. El allegro gentile final comienza con un tema de guitarra sincopado junto a la orquesta para después convertirse en una divertida interacción rítmica que, más tarde, culmina en una animada presentación orquestal, tras la cual el instrumento solista regresa para un desenlace lacónico. Aunque el reconocimiento fue lento fuera de España, el Concierto de Aranjuez se ha establecido últimamente entre las obras más populares del siglo XX e inspiró a una gran cantidad de músicos, incluso de otros géneros, desde Miles Davis hasta Demis Roussos.