The Planets

Gustav Holst era ya un compositor experimentado cuando completó su suite orquestal Los planetas en 1917, pero nada de lo que este hombre de 43 años había escrito previamente preparó al público para su alcance épico y dominio orquestal. Inspirado por el creciente interés de Holst en la astrología, Los planetas se presenta en siete movimientos, cada uno de los cuales refleja el carácter de un planeta en particular y dura 50 minutos en total. La música de Holst para la suite tiene una amplia gama de tonos y atmósferas, y gran parte de ella es excepcionalmente conocida por su uso frecuente en producciones cinematográficas y televisivas. El movimiento de apertura “Marte, el portador de la guerra” es un gran ejemplo: su pavoneo militar y sus acordes de metales amenazantes se construyen inexorablemente en una serie de clímax desgarradores. “Venus”, por el contrario, está escrito con suma delicadeza, con el “portador de la paz” siendo representado seductoramente hermoso, pero de naturaleza frágil. “Mercurio, el mensajero alado” es brillantemente mercurial, mientras que “Júpiter, el portador de alegría” incorpora la melodía posteriormente reutilizada en el himno patriótico “I Vow to Thee, My Country”. Los planetas concluye con uno de los momentos de inspiración más vívidos de Holst cuando “Neptuno, el místico” se desvanece gradualmente hasta la oscuridad, con un coro de voces femeninas que se desplazan etéreas hacia los recovecos del espacio exterior.