5 Morceaux de fantaisie

El “Preludio en do sostenido menor”, la primera de las Piezas fantásticas, op. 3, compuestas por Rachmaninoff, es ampliamente reconocido como el más popular de estos trabajos. Sin embargo, hay mucho que disfrutar aquí, más allá de las melancólicas corrientes subterráneas y los clímax tempestuosos del preludio. Escrita cuando el compositor tenía sólo 19 años, la Op. 3 abarca una amplia gama de emociones, lo cual impactó a Tchaikovsky cuando escuchó estas piezas después de su publicación en 1893. Comienza con la emotiva apertura, “Élégie”, sus suaves arpegios y una profunda y melancólica melodía. Luego viene el ensueño y anhelo romántico de “Mélodie”. A continuación, los juguetones sforzandos de “Polichinelle”, con su expansiva sección central lírica. Por último, tenemos la ligera y elevadora “Sérénade”, que Rachmaninoff escribió tras recibir los elogios de un crítico de periódico, quien lo declaró un destacado talento entre la generación más joven de la composición rusa.