Fantasía en do menor

K. 475, KV475

El año 1785 fue bueno para Mozart, pues en Viena tuvo conciertos muy exitosos y ganó una cantidad considerable de dinero que le permitió vivir con su familia en un departamento cómodo. Por eso, resulta extraño que la Fantasía en do menor que escribió para piano ese año fuera tan emocionalmente turbulenta en su tono. Estructurada en un solo movimiento que dura 11 minutos, la Fantasía en realidad está organizada en cinco secciones distintas, aunque se basa en el talento de Mozart para la improvisación libre. Comienza con un austero llamado de atención, un gesto punzante que continúa interrumpiendo bruscamente los esfuerzos de la mano derecha por establecer fluidez musical. Eventualmente pasa a una tonalidad mayor, pero el estado de ánimo es frágil. Le sigue una sección de música más rápida, con temblores aterradores que sugieren una ansiedad intensa y un ascenso vertiginoso desde un extremo del teclado hasta el otro. Un breve momento de relajación llega con un interludio aparentemente despreocupado, antes de que la tormenta regrese en una secuencia deslumbrante de notas en la mano derecha que caen raudamente por las teclas. La Fantasía concluye volviendo al estado de ánimo y música sombríos de su sección de apertura, mientras un último glissando ascendente acaba con toda esperanza de un final feliz convencional.

Elige un país o región

Africa, Oriente Medio e India

Asia-Pacífico

Europa

Latinoamérica y el Caribe

Estados Unidos y Canadá