- SELECCIÓN EDITORIAL
- 1971 · 15 piezas · 30 min
Enigma Variations
Originalmente, la obra maestra de Edward Elgar surgió como una ligera distracción de sus piezas corales a gran escala que sólo habían generado un interés amable. Un día en 1898 regresó a su casa, cansado de dar clases de violín, y se puso a improvisar en el piano cuando su esposa Alice le dijo: “Edward, qué bella melodía”. Entonces el compositor empezó a imaginar cómo la interpretarían algunas de sus amistades. Por eso, Variaciones Enigma para orquesta (1899) fue dedicada a “mis amigos retratados en ella”. Luego del tema de apertura aparece una dulce variación que representa a Alice, con una contramelodía en los vientos que imita el característico silbido de Elgar al volver a su hogar. Le siguen varias piezas dedicadas a sus amistades; algunas son excéntricas (“R.B.T.”) y otras, almas gentiles (“Dorabella”). Enseguida “Nimrod” evoca la generosidad de su editor musical, August Jaeger, mientras que “G.R.S.” es un homenaje al bulldog Dan, título que apela a las iniciales del organista George Robertson Sinclair. Por otra parte, Elgar admitió que la variación “***” era un retrato de Lady Mary Lygon, pero la evidencia sugiere que en realidad se refería a su exprometida Helen Weaver, que partió en barco hacia Nueva Zelanda luego de romper su compromiso en 1884. El tema final es un autorretrato del mismo Elgar, una pieza majestuosa y llena de vigor.