- SELECCIÓN EDITORIAL
- 1980 · 3 pistas · 33 min
Doble concierto en la menor
Brahms compuso su Doble concierto como un gesto de reconciliación hacia el violinista Joseph Joachim, del cual se habían distanciado tras el divorcio de este. Deseoso de cerrar heridas, el alemán decidió componer una obra en la que no solo apareciera Joachim, sino también el violonchelista de su cuarteto de cuerda, Robert Hausmann, que había contribuido notablemente a la difusión de sus dos sonatas para violonchelo. La obra, estrenada en Colonia en 1887, tuvo inicialmente una acogida un tanto fría. Hoy en día, las críticas que la definían como triste e inaccesible se antojan carentes de fundamento, ya que se trata de una partitura para instrumentos de cuerda tan bella como expresiva. Su imponente “Allegro” se abre de forma tremendamente dramática, con una concisa exposición del tema principal del movimiento por parte de toda la orquesta, a la cual sigue un extenso recitativo sin acompañamiento para violín y violonchelo que culmina en un apasionado clímax. A continuación, la obra sigue una línea más convencional, aunque la interacción entre solistas y orquesta está concebida de una manera sinfónica. Los otros dos movimientos son algo más sencillos. El “Andante” es meditativo e incluye una cálida melodía interpretada por un violín y un violonchelo separados por una octava, mientras que el ingenioso y casi sarcástico final muestra en sus temas retazos del estilo húngaro presente en muchos otros trabajos de Brahms.