Cuarteto de cuerdas n.º 1 en re mayor
En sus últimos años de vida, Johannes Brahms alumbró multitud de pequeñas e introspectivas piezas para piano, entre las cuales destaca el conjunto formado por las Op. 116-119, publicadas entre 1892 y 1893 y estrenadas en Londres en enero de 1894. El compositor alemán escribió la tercera de ellas, dedicada a la pianista Clara Schumann, durante sus vacaciones en el balneario austriaco de Bad Ischl en el verano de 1893. La obra está compuesta por seis piezas que demuestran su maestría a la hora de sacar partido a las resonancias expresivas del piano y su capacidad para jugar con muy diversos tonos y estados de ánimo. El “Intermezzo” inicial en la menor, marcado como “molto appassionato”, es el único movimiento del conjunto basado en un único tema, plagado de expresivos y emotivos arpegios. En otros pasajes, Brahms recurre a la estructura tripartita ABA que tanto le gustaba, estableciendo asombrosos contrastes entre las secciones exteriores y la interior. En la “Ballade” del tercer movimiento, por ejemplo, la suave melodía de la sección interior en si mayor contrasta notablemente con la apertura en sol menor, mucho más enérgica. En el tramo final, la larga apertura del “Intermezzo” en mi bemol menor se adentra en una atmósfera totalmente diferente y nos lleva a un mundo sonoro cargado de melancolía y misterio.