Con sólo veinte años, Yuanfan Yang debuta con un álbum que justifica los muchos premios obtenidos en una carrera fulgurante. La mayor revelación quizás sea su instinto para el tempo, las dinámicas y el fraseo, sorprendente a su edad y más en su maravillosamente controlada interpretación de la diabólica “La campanella” de Liszt y en “Impromptu” de Schubert, donde alcanza un brillante equilibrio entre discurso y claridad. Las Tres acuarelas (3 Aquarelles) del propio Yang combinan armonías orientales con un toque modernista y “Farewell to Stromness” de Peter Maxwell Davies pone una emocionante coda.