Bruckner: Symphony No. 7 in E Major, WAB 107

Grabada en vivo en el verano de 1988, esta interpretación es testimonio del estrecho vínculo entre la Filarmónica de Berlín y Seiji Ozawa. El director japonés, quien había estudiado con Herbert von Karajan en Berlín, se encontraba entonces en la cima de su carrera, aún con la energía que caracterizó su juventud, pero con una gran sensibilidad para el tempo y los matices del flujo musical en la obra de Bruckner. La Sinfonía No. 7 está profundamente arraigada en la conciencia colectiva de la orquesta de Berlín como resultado de más de un siglo de familiaridad con su monumental partitura. La conmovedora interpretación de Ozawa resalta las líneas melódicas de la obra, hilando frases amplias en los movimientos externos, que fácilmente podrían sonar fragmentadas, y logrando un equilibrio ideal entre grandeza y delicadeza en el Adagio.