Dos guitarras construidas a partir de la madera de un mismo árbol proporcionaron la excelente materia prima con la que Thibaut Garcia y Antoine Morinière diseñaron su arreglo de las Goldberg Variations. La cautivadora interpretación del dúo de esta poderosa composición para teclado hace que el intrincado contrapunto de Johann Sebastian Bach cobre vida, especialmente por el agudo carácter que adquiere cada cuerda pulsada, equilibrado por una cálida y rica tonalidad.
Si bien su virtuosismo técnico suele ser impresionante, especialmente en las Variaciones XIV, XX y XXVI, nunca resta valor a la profunda musicalidad que impregna a la grabación en general. Garcia y Morinière respiran y piensan como una sola persona, compartiendo una conexión telepática y una comunión espiritual que se expresa con gran sentimiento en la libertad rítmica que aportan a la Variación XXV y en la indescriptiblemente hermosa “Aria” que abre y cierra la obra.