Rudolf Serkin

Nacido en 1903 en la ciudad bohemia de Eger, Rudolf Serkin fue uno de los intérpretes más relevantes del siglo XX de los clásicos vieneses, cuyo repertorio abordaba con severa transparencia y abnegado sentido de la responsabilidad. Tras debutar con apenas 12 años junto a la Orquesta Filarmónica de Viena, Serkin conoció en la capital austriaca al violinista Adolf Busch, con quien entabló una sólida amistad y con cuya hija contrajo matrimonio en 1935. El ascenso del nacionalsocialismo hizo que toda la familia se trasladase primero a Suiza y posteriormente a Estados Unidos, donde impartió clases en el Instituto de Música Curtis de Filadelfia y más tarde fundó junto a Busch la Escuela y Festival de Música de Marlboro en Vermont. Trabajador infatigable, Serkin luchó durante toda su vida por superar los retos que sus grandes manos y sus gruesos dedos le planteaban al abordar las piezas más intrincadas. Pese a lo mucho que detestaba las grabaciones, fue tremendamente prolífico y registró numerosas interpretaciones de conciertos de Mozart, Beethoven, Schumann y Brahms. Su repertorio, muy amplio en sus inicios, fue reduciéndose a partir de 1960 para centrarse en el canon austroalemán que tan bien casaba con su austero temperamento. Rudolf Serkin falleció en 1991, dejando un enorme legado discográfico y docente a una nueva generación de talentos pianísticos entre los que se encuentra su propio hijo, Peter.