Morten Lauridsen

Pocas piezas logran crear en sus oyentes sensaciones como las que transmite la serena apertura de “Lux aeterna” (1997): la presencia de algo infinitamente más grande que el minúsculo ego, la impresión de que las preguntas más complejas tienen respuesta. No en vano esta obra para coro y orquesta situó a Morten Lauridsen como una de las voces más honestas y convincentes de la música coral contemporánea. Nacido en 1943, Lauridsen creció rodeado de la impresionante naturaleza del sureste de Washington y descubrió su vocación musical mientras trabajaba en el servicio forestal norteamericano. Sabio visionario al más puro estilo Thoreau, su obra explora la relación del ser humano con la naturaleza, el arte y la espiritualidad. Austera y bellísima, es capaz de emocionar desde su extrema sencillez, como ocurre con el motete “O Magnum Mysterium” (1994), una profunda interpretación del misterio de la encarnación de Dios y de la admiración ante el universo creado.