Gnossiennes

Las Gnossiennes para piano de Satie fueron las sucesoras naturales de sus Trois Gymnopédies, escritas de un modo igualmente onírico que evoca un conjunto de danzas de otro mundo. Como gran parte de la música de Erik Satie, tienen una simplicidad que confronta, diseñada para desafiar la postura virtuosa de gran parte de la composición para teclado del siglo XIX. Se publicaron inicialmente en 1893 como sólo tres piezas, a las que se agregaron otras tres póstumamente en 1968. Su título colectivo es una palabra inventada por Satie sin traducción, aunque evidentemente tiene que ver con el gnosticismo; es decir, con la sabiduría secreta de grupos ocultos con la que el compositor tuvo nexos. La música no tiene compases, aunque hay una métrica implícita de 4/4 y una sensación de progresión ritual de movimiento lento. A esto se suman melodías sobrias que se despliegan sobre acompañamientos de acordes igualmente sobrios y delicadamente ornamentados en términos que sugieren lo que los contemporáneos de Satie habrían oído como el “exotismo” armónico del Lejano Oriente. En la actualidad, se parece más al género ambient, aunque con una cualidad potencialmente perturbadora que reclama atención en lugar de evaporarse en la nada.