Ich habe genug

BWV82 · “Ya tengo suficiente”

Una de las obras más populares de Bach, Ich habe genug (“Tengo suficiente”) fue interpretada por primera vez durante la festividad de la Purificación de María, el 2 de febrero de 1727. El libretista anónimo de la cantata reflexiona sobre la historia de Simeón, una de las lecturas de la fiesta. El Evangelio según San Lucas cuenta que el Espíritu Santo le anunció a Simeón que no moriría sin ver al elegido de Dios. Al visitar el Templo de Jerusalén, conoce a María, José y su bebé recién nacido. Simeón sostiene al niño Jesús en sus brazos y declara: “Ahora, Señor, puedes dejar que tu siervo muera en paz”. El anhelo de Simeón de ser liberado de las angustias terrenales se refleja en la primera aria, “Ich habe genug”, compuesta originalmente para voz solista (bajo), oboe y cuerdas, y revisada en 1735 para voz soprano, flauta traversa y cuerdas. Bach capta el carácter tierno y determinado en la voluntad de Simeón. El aria central de Bach, la canción de cuna “Schlummert ein, ihr matten Augen” (“Cerraos, cansados párpados”), ofrece una contemplación sublime en la cual los problemas del mundo sucumben ante “Sußen Friede, stille Ruh” (“Dulce paz, descanso tranquilo”). Un segundo recitativo le da voz a los pensamientos del momento en el que el alma queda libre para reunirse con Dios y termina deseándole buenas noches al mundo. El espíritu de la danza brilla en el aria final, “Ich freue mich auf meinen Tod” (“Me alegrará mi muerte”), apoyada en un tema recurrente del oboe y melodías virtuosas de la voz.

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