La música es a veces un elixir de juventud eterna. A sus 82 años, Seiji Ozawa se une a Martha Argerich, de 76, en una de las grabaciones del Primer concierto para piano de Beethoven más deliciosamente encantadoras que se puedan imaginar. Cada compás brilla con alegría desatada y la danza final es capaz de derretir el más gélido de los corazones. Un placer absoluto de la primera nota a la última. Los 26 músicos de la Japanese Mito Chamber Orchestra ofrecen un acompañamiento espléndido y lleno de energía, con guiños ocasionales a la escuela historicista. Y en su versión de la Primera sinfonía, cuando el asombro y la emoción de estar en el origen de un prodigioso viaje sinfónico, casi se pueden tocar con los dedos.