A pesar de tener un diseño y sonido similares, la viola da gamba y el violonchelo descienden de distintas ramas del árbol musical. La primera, provista de un diapasón con trastes, surgió en la España del siglo XV, mientras que el segundo se sumó a la familia del violín hacia mediados del XVI.
En un álbum ingeniosamente concebido y maravillosamente musical, Anja Lechner difumina la línea que los separa con un recital de piezas para ambos instrumentos en el que emplea un violonchelo moderno tocado con un arco barroco. El resultado es un sonido uniforme que liga la música de Abel y Hume para viola da gamba con las suites para violonchelo de Bach sin perder del todo el sentido de la autenticidad.
El programa comienza con tres piezas breves de Tobias Hume, un mercenario y compositor escocés de mediados del siglo XVII. Lechner se recrea en la naturaleza rapsódica y las inagotables posibilidades expresivas de A Question y An Answer. La llamada a la acción de Harke, Harke está puntuada por los efectos entonces vanguardistas del pizzicato (pellizcando las cuerdas) y el col legno (tocándolas con la madera del arco), técnicas de las que el compositor fue pionero.
En la lectura de Lechner, el Arpeggio en re menor del alemán Abel, casi ingrávido tras la pesadumbre de Hume, suena sorprendentemente moderno, y su desarrollo armónico es muchas veces imprevisible. El Adagio que sigue evoca la expresividad de las suites para violonchelo de Bach, de las que aquí escuchamos la primera con una claridad que ilumina hasta la última nota. Tras cuarenta minutos de Bach, las piezas para viola de gamba de Hume ponen fin al banquete como si de un refrescante sorbete se tratara.