Clavecín

Acerca del clavecín

El clavecín, ancestro del piano, es un instrumento de teclado con cuerdas pulsadas conocido por su nítido timbre, similar al de una guitarra. Se diseñó para ser escuchado, pero también visto, por eso algunos cuentan con una decoración exquisita. En sus inicios, las variaciones dinámicas eran mecánicamente imposibles, por lo que los clavecinistas no tenían mucho control sobre el volumen, pero el paso del tiempo ha traído muchas mejoras para superar estas limitaciones.La primera mención del clavecín, bajo el término clavicémbalo, se remonta a finales del siglo XIV, pero no alcanzaría la popularidad hasta el siglo XVI, cuando se convirtió en un elemento habitual en los hogares de las clases altas europeas. Su cuerpo tiene una forma similar a la del piano, aunque utiliza un mecanismo de punteo en lugar de martillos. Al presionar la tecla se acciona un pequeño plectro, originalmente hecho con trozos de pluma de ave, que pulsa la cuerda y produce el sonido.Pasó de moda con la llegada del fortepiano en el siglo XVIII, pero en el XX volvió a vivir una época de esplendor de la mano de artistas como Wanda Landowska, que lo defendió con enorme pasión. La mayor parte del repertorio para clavecín procede de los periodos renacentista y barroco, aunque su resurgir en el siglo XX trajo nuevas y maravillosas obras compuestas para él. Un renovado interés por la música barroca ha hecho que, al interpretarse música de este período, vuelva a ser un instrumento clave en la orquesta.