El barítono alemán Benjamin Appl estaba encaminado a convertirse en banquero cuando se inscribió para participar en una de las clases magistrales públicas de Dietrich Fischer-Dieskau en 2009. El legendario cantante le dio una oportunidad al joven Appl y, al ver su talento y deseo de aprender, lo aceptó como alumno, el último que tendría. Su relación se profundizó durante los cuatro años restantes de vida de Fischer-Dieskau, sentando las bases sobre las que Appl ha construido su reputación como uno de los principales intérpretes mundiales del lied alemán y la canción artística. Hommage à Dietrich Fischer-Dieskau es el tributo de Appl a su maestro, publicado para conmemorar el centenario de su nacimiento en mayo de 1925.
“Fischer-Dieskau tenía la voz más hermosa”, cuenta Appl a Apple Music Classical. “También era muy inteligente e increíblemente trabajador. Dominaba los idiomas y tenía una asombrosa capacidad para recordar todos los detalles, pero además estaba lleno de emociones. Así es como lo describiría, en pocas palabras. Por otro lado, no hay que olvidar que, pese a todas las dificultades y obstáculos que enfrentó, llegó en el momento justo: cuando en Alemania casi no quedaban cantantes tras la Segunda Guerra Mundial. De pronto apareció este joven que no había estado involucrado activamente en la política antes de la guerra, que representaba a una nueva Alemania y fue capaz de revolucionar la forma de interpretar y programar canciones”.
Las primeras “dificultades y luchas” de Fischer-Dieskau incluyeron la muerte de su padre, un consumado músico aficionado; las traumáticas experiencias de guerra en el frente ruso como soldado reclutado por la Wehrmacht; y el asesinato de su hermano discapacitado, Martin, víctima del programa de eutanasia nazi. Probablemente Dietrich se salvó de morir tras ser herido por una granada, lo que provocó su retirada del combate en primera línea, y por su posterior captura en Italia por parte de las fuerzas estadounidenses. Como prisionero de guerra, usó sus ya desarrolladas habilidades vocales para entretener a sus compañeros.
“Creo que esos primeros años lo marcaron tanto como ser humano como músico”, señala Appl. “Cuando escuchas sus primeras grabaciones, de finales de la década de 1940, la voz a menudo suena muy madura, y su arte, sus decisiones artísticas y sus interpretaciones también lo son. Perdió varios años de vida a causa de la guerra, pero, por otro lado, vivió muchas experiencias durante ese tiempo. Creo que por eso, cuando comenzó su carrera, cantando por ejemplo Winterreise de Schubert, ya era un artista plenamente formado”. Fischer-Dieskau, añade, estaba abierto a las nuevas tecnologías y adoraba el micrófono. “Creo que eso fue muy inteligente de su parte, en comparación con otros cantantes que lo veían como un enemigo. Él lo acogió con entusiasmo”.
Hommage à Dietrich Fischer-Dieskau refleja el profundo y duradero afecto de Appl por su maestro. La lista de obras del álbum marca distintos capítulos en la vida del cantante: por ejemplo, Fischer-Dieskau aprendió “An die Musik” de Schubert y estrenó “Sylvelin” de Sinding y el número de opereta “Ich bin nur ein armer Wandergesell” (“Sólo soy un pobre caminante”) mientras estaba internado en un campo de prisioneros aliado. Su estrecha amistad con Benjamin Britten se evoca en “Proverb 3”, de Songs and Proverbs of William Blake, y en “Hörnersang”, la poderosa versión alemana que Fischer-Dieskau realizó de “Bugles sang”, del War Requiem del compositor.
Otras piezas evocan emociones vinculadas con la muerte de su madre (“Mutterns Hände”, de Eisler) y de su primera esposa (“Süßes Begräbnis”, de Schubert), aspectos de sus tres matrimonios posteriores (“Liebhaber in allen Gestalten”, también de Schubert) y el nacimiento de sus tres hijos (“Des Kindes Schlaf”, de Bruno Walter). El álbum incluye también estrenos mundiales de obras del padre de Fischer-Dieskau, Albert, y de su hermano mayor, Klaus, músico profesional y prolífico compositor, así como canciones asociadas con la experiencia de Appl como alumno suyo, entre ellas una conmovedora interpretación de “Sterb’ ich, so hüllt in Blumen meine Glieder”, de Wolf.
El álbum de Appl se ve enriquecido por un profundo ensayo biográfico, ricamente ilustrado con fotografías, recuerdos efímeros y obras de arte, y salpicado de extensas citas de la correspondencia personal de Fischer-Dieskau. Estas últimas, que revelan el complejo carácter del cantante, llevaron a Appl a adoptar una visión objetiva de su mentor. “Cuando tienes la oportunidad de leer cartas muy confidenciales, accedes a un elemento que debes tratar con respeto, especialmente tratándose de una persona como Fischer-Dieskau, que era tan reservada y mantenía la atención pública alejada de todo lo que ocurría en su vida”.
La imaginativa selección de canciones de Appl parte del repertorio central de Fischer-Dieskau y se expande hacia obras que él nunca interpretó ni grabó, entre las que destacan la exquisita “Liebesbriefchen”, de Korngold, y “Liebst du um Schönheit”, de Clara Schumann. “Por supuesto, se podrían haber elegido sus canciones favoritas de Schubert y demás”, señala. “Pero entonces uno tiene que preguntarse: ¿para qué grabar algo si él ya lo hizo con una belleza tal que resulta difícil de igualar? Quería crear un álbum para rendirle homenaje. Era importante centrarme en el repertorio que lo formó y lo acompañó a lo largo de su vida. Así que algunas canciones del álbum están directamente relacionadas con música que él interpretó, mientras que otras comentan su vida y evocan emocionalmente momentos concretos”.